Capítulo 42.
Joel.
Cristina caminó hacia el pasillo, mientras yo la seguía, agarró su bolso y abrió la puerta de entrada, dispuesta a marcharse.
- Deja que te lo explique – supliqué, a tan sólo un par de pasos de ella, haciendo que ella se diese la vuelta, con lágrimas en los ojos, y en las mejillas – yo …
- Eres idiota – me espetó, volviendo a darme una cachetada, haciendo que volviese a humedecer los labios, aterrado por todo aquello – ni siquiera te has dado cuenta de lo mucho que la amas ¿no es así?
- Cristi – la llamé, intentando evitar aquel tema que tanto desgarraba mi corazón – lo que sentía por ella … ya no importa – aseguré, intentando apartar aquel sentimiento de mi corazón. Yo no podía estar con ella, Luis n