Capítulo 36.

Mis lágrimas seguían cayendo, y yo no podía hacer nada porque dejasen de hacerlo. No podía dejar de ver aquella escena en mi cabeza, de escuchar esas palabras que él había dicho “Ella es Alicia, una amiga de Luis”.

Eso es lo que era, nada más y nada menos.

Estaba dolida y enfadada. ¿Por qué siempre sucedían cosas como las de hace un momento? ¿Por qué los hombres elegían a otras mujeres por encima de mí? ¿Había algo malo en mí? Por supuesto que lo había, era mi forma de ser, no podía ser tan inocente y confiada, tenía que hacer algo o de lo contrario todos seguirían tratándome como la estúpida que era.

Pensé que todo había mejorado después del accidente, que encontrar a Joel había sido cómo una esperanza de que las cosas podr&iacut

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