Los resultados a las pruebas de mi madre habían salido bien, parecía que pronto le darían el alta y eso era toda una alegría. Estaba deseando que acabase ya todo aquel calvario, tan sólo quería volver a llevarla a casa, y que volviésemos a ser una familia. Quería dejar de dormir en el hospital, dejar de ser traída y llevada por Joel, pues nuestra relación se había vuelto algo incómoda desde que él había insinuado que iba a dejarle y a volver con Pablo.
Estaba cansada de intentar demostrarle lo que sentía por él, estaba tan cansada, que ya pensaba que igual él y yo no éramos compatibles, quizás no estábamos destinados a estar juntos, por eso todo se complicaba tanto entre nosotros.
Joel entró en la habitación y cambió el suero de mi madre, sin tan siquiera mirarme, y luego salió