—¡Pero no la vayas a matar, pobrecita!
—¿¡Pero no dices que es venenosa!? —rezongó Chris.
—Pues sí, pero si elimináramos a todos los venenosos del mundo perderíamos al noventa y ocho por ciento de la población mundial —replicó Mala y Moe hizo una mueca.
—Buen punto, cuando tienes razón la tienes