Elisa se quedó mirando aquellos antebrazos con sus tatuajes... sus músculos tensos... sus venas.
"Maldito Escorpión. ¿No podías ser ni un poquito feo?" rezongó para sus adentros.
—Aquí, aprieta aquí —dijo señalando la masa y él se puso a trabajar con ella en medio, pegado a su espalda mientras Eli