Max. Se levantó temprano como de costumbre y al salir del baño se topó con la mejor vista que ha tenido en su vida, aquella mujer lo traía totalmente loco, verla dormir con la espalda y sus muslos descubiertos hacía que se replanteara su hábito de salir de la cama tan temprano. Se acercó a la cama sentándose en ella para luego baja sus labios a la espalda de la mujer.
— Despierta dormilona. — Juliet se removió quejándose apenas.
— Odio que te levantes temprano y me dejes sola. — él sonríe y sigue besándola.
— Porque tengo una empresa que manejar mi vida. — Repartiendo caricias por toda la espalda. Su mano se fue perdiendo dentro de las sabanas hasta llegar a la redondez de sus nalgas.
— Si quieres llegar temprano, mejor retira tu mano. — Max. Ríe con ganas.
— ¿Me estás amenazando? ¿Qué pasa si sigo bajando? — moviendo la mano hacia su centro. — A mí esto me resulta muy placentero y no me importaría llegar tarde hoy, ¿Quieres que siga? — Juliet respondió dándole mayor acceso y Max. Jad