Alice se metió en la tina , con el agua caliente cubriéndole hasta los hombros, suspiró satisfecha y se introdujo más para poder relajarse totalmente.
Luego de la ducha se vistió con unos jeans y una blusa blanca, dejó su cabello suelto en hermosas cascadas. Se observaba en el espejo cuando un llamado a la puerta la sobresaltó.
-Adelante- fue su padre quién entró a la habitación.
-Papito- le besó ambas mejillas.
-Princesa mía, un día en la piscina te ha sentado de maravilla.
-Gracias- lo condujo hacia la cama- siéntate conmigo, papito. Quiero que conversemos.
-Muy bien- le sonrió- ¿de qué quieres hablar?
-Papá- empezó ella- el día en que llegué, estábamos teniendo una conversación importante, justo cuando me ibas a hablar del verdadero motivo por el cual me enviaste al extranjero, Lyle nos interrumpió.
-Si- dijo asintiendo, su expresión cambió. Pa