Buenos días chicas. ¿Cómo se encuentran hoy? Los próximos capítulos estarán cargados de muchas emociones, ¿Listas para lo que viene?
BRAD ULIBARRI Camilo está preocupado y así le hable de la empresa su mente solo está enfocada en Samantha y el nacimiento de su hija. No sé de qué manera distraerlo un poco. Él no ha querido abandonar la clínica por más que lo hemos intentado. -¿Quieres hacer algo por mi?- Interrumpe mí conversación -Lo que sea- Afirmo. Sería capaz de todo por él -Entonces tráeme ropa limpia porque no voy a dejar a Samantha sola Mis padres intentaron que él vaya a dormir, ducharse y también comer algo diferente a lo que tienen aquí, pero él se negó rotundamente. -Si ocurre algo te llamarán- Intento negarme -Si no vas a ayudarme entonces vete- Señala la puerta del cuarto y yo salgo sintiéndome impotente porque no se cómo ayudarlo Él no parece la misma persona que cuando nos dijo que sería padre. Su rostro muestra profundo agotamiento y se nota que ha perdido peso también. Aunque pretende estar con Samantha parece ir camino a la destrucción y eso nos preocupa. -Vamos Montgomery-
JULIETTE MONTGOMERY Los médicos decidieron que Samantha sería sometida a la cesárea el día viernes y eso es algo que aumenta la tensión de la familia Ulibarri con cada día que pasa. He acompañado al demonio a la clínica cada día cuando terminamos de trabajar y a nuestro modo los dos intentamos brindar contención sin éxito. Mi manera es más suave que la de Brad al menos porque él con humor intenta disminuir la tensión pero nadie está de ánimos para reír en un momento tan delicado y sus buenas intenciones se prestan a malinterpretaciones. Cuando llega el jueves, el demonio se va del hotel y yo me quedo haciéndome cargo de todo lo que ocurra laboralmente. A medida que las horas transcurren yo miro mí teléfono esperando noticias suyas para saber si Sally nació y del estado de salud de Samantha. Cuando mi teléfono suena escucho al demonio decir que luego de una cesárea que duró más de lo debido, Sally nació. Desgraciadamente, debe de estar en una incubadora por algunas semanas,
BRAD ULIBARRI Estoy tan estresado que lo único que se me ocurre para distraerme es beber con Montgomery. Hay tormenta y se que para ella no debe de ser un buen momento tampoco. Hablamos bastante y se me ocurre la mejor manera para ayudarla a relajarse, apagar las luces y poner música. Tan solo enciendo una luz muy tenue, pero eso consigue que ella se vea aún más sexy con ese camisón corto que está usando. Me acerco a Montgomery decidido a molestarla, pero termino por besarla. -Creo que tienes que dejar de beber- Se ríe. Está un poco ebria como lo estoy yo -¿Y si aún continuo con ganas de esto?- Pretendo seducirla, pero lejos de eso le parece más que divertido -¿Sabes bailar?- La canción la anima y comienza a moverse La tomo por la cadera y la acerco a mí. Sus brazos los coloca detrás de mí cuello y continua moviéndose. Estar tan cerca, la bebida, sus movimientos y ese camisón que le queda tan sexy... todo contribuye para que empiece a excitarme. Se que esto no de
JULIETTE MONTGOMERY El demonio me hizo olvidar del dolor por la tormenta, de mi vergüenza y hasta de cuánto me desagrada con sus órdenes. ¿Tendré que dejar de beber estando con él? ¿Lo que ocurrió será porque esperé mucho tiempo para perder la virginidad y por eso mi cuerpo reaccionó de esa manera? Tengo que estar enloqueciendo. Despierto entre sus brazos, con mi sostén desacomodado, sin panty y él camisón a la altura del ombligo. Él desnudo de la cintura hacia abajo completamente destapado. No esperaba vernos en esta situación jamás. Acomodo mi camisón como puedo, pero eso solo hace que me apriete más contra su cuerpo y así no lo quiera abre los ojos. -Buen día- Sonríe y yo me apresuro a cubrirlo con la sábana -¿Te parece bueno si despertamos así?- Vuelve a reír Mientras espero una respuesta aún sin poder liberarme de su agarre, él estira la mano y me muestra mis bragas. -Muy bueno, mira lo que anoche te quitaste- Intentó recuperar mi ropa interior pero no puedo
BRAD ULIBARRI Vamos a la clínica. La tensión y la melancolía están en el ambiente, así como también la preocupación. Montgomery entra conmigo pretendiendo que entre nosotros no ha ocurrido nada y mostrando gran entereza delante de todos debido a la delicada circunstancia. Ella entra a ver a Samantha que se ha convertido en una profesional al momento de quebrar emocionalmente a quienes la visitan. A todos nos duele por lo que está pasando, pero no hay algo más que pudiéramos hacer por ella. Lo minimo que puede hacer es colaborar con los médicos y aceptar lo que consideran mejor para ella. Por momentos he llegado a pensar que quiere morirse y eso sería egoísta con todos los que nos preocupamos por ella, pero aún más con Camilo que le ha dedicado absolutamente todo su tiempo desde que debieron viajar. Mi madre está muy afectada por la enfermedad de Samantha y Audrey igual, se que es porque son mujeres y madres sobre todo. Hablar o intentar aligerar la tensión no sería algo bien re
JULIETTE MONTGOMERY Brad entró a mi cuarto y no se cómo lo hizo pero comenzó a tocarme e hizo más que eso. Él sabe cómo estimularme y excitarme para que no pueda decir que no. Soy débil ante las necesidades de mi propio cuerpo, lo cual me avergüenza. Estoy desnuda debajo de su cuerpo, sin sentir vergüenza porque él placer es tan grande que opaca todo lo más. Siento su piel por completo sobre la mía y me resulta agradable su calor, pero por lo que descubriría apenas minutos más tarde se que conservar la ropa hubiese sido aún mejor que perderla. Cuando él me gira y estoy sentada sobre su cuerpo es cuando veo sus tatuajes por primera vez, descubriendo que él y Dragón Rojo son la misma persona. Si acostarme con mi jefe de por si es malo, haber perdido la virginidad con él es aún peor. Me quito y me cubro con la sábana. No sé que decir, mucho menos se que hacer. -Eres Tigre, ¿No sabías que yo era Dragón Rojo?- Se acuesta debajo de la sábana como yo -¿Cómo esperabas que lo
BRAD ULIBARRI Juliette se niega a seguir teniendo sexo conmigo, claro que solo lo hace con palabras porque su cuerpo sigue respondiendo a mis exigencias. Su cuerpo es exquisito y verla con esos tacones que solo realzan más sus curvas me calienta aún más. Está apoyada contra la pared, su pelo en mi mano y de su boca no salen más que gemidos que confirman cuanto está gozando. Me resulta más que satisfactorio que se niegue y que luego acabe tragándose sus palabras. Aún me resulta increíble que ella sea Tigre y que haya iniciado su vida sexual conmigo en Tentaciones, pero lo único que no se es como lograré convencerla para que vuelva a asistir al club. Siento sus piernas temblar y estimulo su clítoris con mis dedos mientras la embisto aún más ferozmente. Sus gemidos son tan fuertes como las estocadas que le doy. Cuando terminamos juntos veo su espalda cubierta de sudor y la giro para que me mire a los ojos. -¿Vas a decirme que no lo disfrutaste?- Pregunto agitado -Si solo
JULIETTE MONTGOMERY Estar con la sobrina del demonio es agradable. Jamás esperé venir aquí y además de cumplir mi labor de secretaria terminar siendo niñera. No me molesta en absoluto porque considero que la familia Ulibarri necesita apoyo porque todos han dejado parte de sus obligaciones por Samantha. Vamos en el coche y Brad se detiene en el centro comercial. -Regreso enseguida. Me esperan aquí- Pide La niña y yo buscamos canciones en el reproductor hasta que Brad llegó. Compró un asiento de seguridad para su sobrina y eso me causó un estremecimiento porque comprobé que no es tan estúpido como aparenta siempre. Al menos por sus seres queridos si se preocupa. -¿Aún te siguen gustando?- le entrega una bolsa rosa a su sobrina y a ella al abrirla se le iluminan sus ojos -¡Me encantan los unicornios tío! ¡No lo olvidaste! ¡Eres el mejor!- Brad sonríe y yo pongo los ojos en blanco Pobre de Sally que recibió varias prendas para inflar el ego de Brad. -Esto es para ti