El viaje fue silencioso y tedioso. Después de esa conversación donde ambos defendiendo lo que creían mejor para sí mismos las palabras parecían haberse borrado de su vocabulario y sustituirse por la tensión e incomodidad entre ambos.
Mientras Mi-suk solo quería abstenerse de cualquier información sobre él hombre que le hacía dudar de su decisión tras luchar por su bebé, Dai Shinoda veía a la rubia como su única debilidad. Lo suficientemente orgullosos para ambos ceder y romper esa barrerá que han creado.
– Estarás con mi madre por un tiempo, ella te cuidará durante tu periodo de gestación. – el auto avanzaba entre las calles tecnológicas de Tokio.
Harían una parada a la capital japonesa mientras Dai arreglaba algunos pendientes de su lado legal con la sociedad.
– Si necesitas algo solo hazlo sa