Capitulo 14: "La culpa"
En un acto de destreza, Ares tomó el cuerpo de Giulia y lo sentó sobre la encimera del lavabo solo para entonces acomodarse en medio de sus piernas.
Ella soltó un suave quejido de sorpresa, pero nada evitó que se continuaran besando, explorando.
Los dedos de Ares recorrieron la piel de Giulia entera. Ella suave, exquisita, y sabía a la fruta prohibida. Ella se dejó hacer de cada roce, cada caricia, y echó el cuello hacia atrás cuando lo sintió viajar por el valle de sus pechos.
— Ahh — gimió suavemente.
Mientras tanto, Ares la poseía como el dueño de vastas tierras. La besaba y devoraba como un manjar exquisito, único en el mundo. Giulia jamás se había sentido así de deseada.
— Tienes una tetas frondosas, Giulia — aduló Ares, al desabotonar por completo su camisa, dejando ver claramente aquellas dos perfectas montañas cubiertas por un coqueto sujetador de encaje. Se imaginaba el mundo a través de ellas. Giulia lo miró emociones revueltas.
Antes de dar un paso