Capitulo 47: "La boda y una sorpresa en camino"
La mañana del día en el que Ares y Giulia unirían sus vidas para siempre se desplegó con una claridad casi sobrenatural. El sol se alzaba sobre el horizonte de la ciudad, pintando el cielo de matices dorados y rosados que parecían anunciar el renacer de dos almas que, a pesar de todas las adversidades, se habían encontrado en el amor. La mansión estaba decorada con sutil elegancia: guirnaldas de flores frescas, luces tenues que invitaban a la intimidad y un aire de expectación que se percibía en cada rincón.
Giulia, radiante y serena, caminaba hacia el salón principal con una mezcla de emoción y nerviosismo. Su figura había adquirido una gracia materna que la hacía lucir más hermosa que nunca. Su vestido, delicadamente bordado, se ceñía a su cintura haciéndola lucir jodidamente bella a los ojos de Ares, quien la esperaba en el altar, con ojos de amor y bienvenida.
En el vestíbulo, familiares, amigos que habían ganado, se aglomeraron, co