63. Justicia y felicidad
1 mes después.
— ¿Estás bien? Sabes que no tienes que hacer nada de esto — le preguntó Ramsés a su esposa. Era la última audiencia. El juez y su equipo al fin tomarían una decisión en cuanto a las pruebas presentas contra Giulia y Beatriz de Lima, porque sí, a esta última la habían capturado huyendo de país en país.
Ahora las dos se enfrentaban a la justicia.
Gala asintió ligeramente.
— Lo sé, pero… necesito hacer esto. Es la única forma en la que pueda dejar todo atrás.
— De acuerdo — le dijo él, entrelazando su mano con la suya —. Terminemos con esto.
Entraron a la sala en la que se llevaría la audiencia decisiva. Junto a ellos, había dos guardaespaldas que, desde que la prensa estuvo al tanto de todo, los seguían a sol y a sombra.
Para ese punto del juicio, Giulia ya había mostrado su verdadera y más absoluta careta. Ya no buscaba victimizarse, mucho menos llorar y predicarle un amor a Ramsés que no sentía. Ahora ella los miraba con odio y desprecio, como si quisiera saltar sobre el