Salen de la manada Luna Nueva al atardecer, corren sin hablar lo más rápido que pueden. Mat está desesperado por llegar, y Ben lo mismo, para poder regresar lo antes posible. Se detienen un instante, cerca del borde de la manada. A Ben le llama la atención, unos extraños montículos, que se repiten como un patrón.
— Jacking, ¿no sientes algo extraño en el aire? — Le comenta Bennu.— Sí, ya me había dado cuenta hace unos días. Mi pelo de la nuca, no deja de erizarse—. Le contesta percatándose de que por estar concentrados en Isis ha descuidado las señales de peligro.— Me recuerda el ataque a nuestra manada, en nuestra patria, cuando éramos niños —dice Bennu haciendo que su lobo Ben corra más rápido detrás de Mat.— ¿A ti también? Creía que era idea mía &mdash