263. LA PESADILLA DE MI LUNA
JACKING:
Fruncí ligeramente los labios, sintiendo el peso de las palabras de Costel. Mis pensamientos corrían más rápido de lo que podía procesarlos, una marea imposible de detener. Lo miré fijamente, tratando de leer su expresión, de saber si realmente estaba tan perturbado como sus palabras dejaban entrever.
—No lo sé, mi Alfa —contestó de inmediato—. Pero solo quiero estar tranquilo.
—Está bien, mandaré a Teka y Aha a tu manada para que revisen a todos —dije, decidido a que no les pasara nada.
—Gracias, mi Alfa —se detuvo un momento—. Por último, quería informarle que localizamos al vampiro Utukku, Wampira y otra bruja a la que llaman Isfet. Sabemos exactamente dónde se encuentran y todos los lugares que utilizan para esconderse.
—¡Esa es la mejor información que pudiste darme! ¡Tenemos que eliminar a todos ellos! —exclamé emocionado.
No pude dejar de tamborilear los dedos sobre la mesa mientras las palabras de Costel seguían resonando en mi mente. Pensar en esas figuras: