Meryt se mantenía dormida. La miré preocupado, deseando que los sabios entendieran pronto qué le sucedía a mi única hermana, antes de que sus emociones acabaran con toda su esencia vital. Me acerqué a ella al escuchar lo que Héctor me decía.

—Déjame ver. Sí, tiene muy poca energía vital —dije mientras le transmitía energía a Meryt con una mano en su pecho—. Héctor, cada vez que ella se transforma en Alfa Real, consume mucha de su energía vital. Por eso debes darle energía cuando regrese a ser humana. ¿Entiendes? Si sientes que no puedes, me llamas a mí. No puedes debilitarte tú demasiado. Tienes que estar fuerte para dominar a su Alfa Real.

—Sí, lo haré —contestó, pero noté que estaba agotado.

Mientras colocaba otra mano en su pecho para fortalecerlo, recorrí mis memorias b