Mundo de ficçãoIniciar sessãoISIS:
Mamá nos lanza una mirada severa, esa que siempre consigue que nos enderecemos al instante, aunque odiemos tener que hacerlo.
—Sí, es una costumbre y tradición en mi familia hacerles una gran fiesta a las niñas cuando cumplen quince años —replica mientras sacude el dobladillo de su falda para dramatizar—. Dejen de protestar y bajen. Ya va a terminar la parte que no les gusta. Después, pueden poner la música que quieran.Suspiramos y nos miramos entre nosotras. Estamos vestidas con hermosos trajes largos de princesas. El de Juli es rosado claro, lleno de perlas que relucen hermosamente. Antoni tiene uno verde claro que hace que sus ojos se vean aún más verdes y su pelo brille como el oro. Yo estoy vestida con un traje amarillito claro. Me veo realmente hermosa. Comenzamos a bajar las escaleras en el mismo orden que debemos bailar. Un aplauso general de todos los invitados nos recib






