119. CONTINUACIÓN
JACKING:
Al momento, mi Beta lo hace, convirtiendo su cabeza en la de un cocodrilo y asumiendo la forma del gran dios Sobek. Con un solo movimiento de su mano, la tierra comienza a temblar y se abre, revelando el inframundo. Todos los lobos de la manada del Alfa Cooper nos miran aterrados y gritan despavoridos, tratando de escapar, pero no pueden.
—¡Horacio, comienza a llenar el cerco de agua sin tocar el fuego! —le ordeno a mi delta; quiero que les quede claro lo que les puede pasar si vuelven a desobedecerme.
Horacio lo hace riendo, feliz de poder demostrar sus grandes poderes. Las aguas suben dentro del fuego, girando a gran velocidad y haciendo que todos vayan hacia la puerta del inframundo. Al elevarse el nivel del agua, obliga a todos los lobos a convertirse en humanos. La corriente del agua los arrastra hacia el centro, dejándolos mirar el inframundo, lleno de demonios deseosos de sangre, que Amet deja subir hasta la superficie sin permitirles escapar. Los lobos gritan ater