BLAIR

Escondida detrás de un poste de luz de la avenida, miraba al motel de carretera donde me habían citado.

El sitio estaba a la salida de una importante ciudad de humanos, pero ya en este límite se movían más criaturas sobrenaturales.

Mis ojos escaneaban las pocas luces prendidas en las ventanas.

El edificio de dos pisos estaba casi desértico.

“¿Estás esperando una invitación formal?”

Me sobresalté al escuchar la voz burlona en mi interior.

No estaba acostumbrada a que me hablara tanto.

“Estoy buscando trampas”, le dije torciendo los ojos.

“No importa cuánto planifiques, déjame adelantarte que ellos son varios hombres fortachones y tú una flaca pendeja que no puedes con ellos.”

Diosa, odiaba su tonito de superioridad.

“Entonces, ¿alguna idea?”

“¿Ahora somos compañeras o qué…?”, me respondió disfrutando de su momento.

Y tenía toda la razón, nunca la había necesitado y no dependería de ella ahora.

De hecho, aún temía que pudiese controlarme por completo.

“Gracias por nada…”

Bufé, atr