26. “El horrible silencio”
Narra Layla
Entro a mi habitación, aquella en la que tanto había extrañado estar, cierro los ojos y abro los brazos, girando en mi propio eje, disfrutando del hecho de haber vuelto a mi hogar, de volver a ser Layla Morgan, la gran heredera del imperio Morgan.
—¡Joder! ¡Que bien se siente estar de vuelta! —exclamo para mí misma, sin dejar de girar, sintiéndome feliz y plena de haber vuelto a mi lugar, uno del cual jamás debí de haber salido en primera instancia.
Estaba aquí, a pesar de que ahora debía de pagar el maldito precio de fingir ser la mojigata de Ximena, pues la muy maldita se había atrevido a jugar a la niña buena y amorosa con todo el mundo.
¡Que fastidio! ¡Que maldito fastidio había sido tolerar las excesivas muestras de cariño por parte de mi madre y las excesivas preguntas de mi padre con respecto de cómo había estado mi día!
Pero ahora, todo había acabado, era momento de tirarme a la cama y descansar a como hacía mucho tiempo que no lo hacía en aquella maldita caja de c