Que, sinceramente, es lo único que me importa.
Sonrío al pequeño Rafe, que va vestido como su padre, aunque sin medallas, y él me sonríe dando un pequeño chillido. Le sonrío. "¿Estás emocionado por el gran día?”, le susurro, transmitiendo un pequeño pulso de curiosidad por nuestro vínculo.
Él me dev