"Qué tierno, cariño", suspiro, pero luego me pongo una mano en el estómago. "Pero, teniendo en cuenta que viene este pequeñajo... Vamos a necesitar más espacio".
"Cierto", dice Roger, levantando las cejas. "Y teniendo en cuenta lo que dijo la diosa aquella noche en el barco...".
Se me escapa una son