Ella
Tardo algo más de una hora en darme cuenta de que... Odio los viajes por carretera.
“Dios mío”, le susurro a Cora mientras las vibraciones de la gigantesca caravana siguen sacudiéndonos, haciendo que el pobre Rafe gruña incómodo. “¿Ya es de noche? ¿Podemos detenernos?”.
“Estás siendo una bebé,