Por otro lado, Rita volvió corriendo al segundo grupo, completamente descompuesta.
María, al ver a Rita tan pálida y con una fuerte expresión de pánico, notó la marca de una mano en su rostro y se quedó atónita en ese instante.
Sabía que Rita siempre había sido una mandona en la empresa, si no golpeaba a otros, ya era un verdadero milagro, ¿y ahora alguien se atrevió a golpearla?
—Rita, ¿qué te pasó?
Rita, aún en completo estado de shock, se tocó la cara instintivamente y dijo con voz muy temblorosa: —¡Un fantasma, un verdadero fantasma me golpeó!
María, con los ojos muy abiertos, le respondió: —Rita, ¿de qué fantasma me hablas? ¿Qué ha pasado?
Rita, tartamudeando, respondió: —Vi a Juan. Él me dio una fuerte bofetada. Al escuchar a Rita, María abrió los ojos ampliamente y su cuerpo tembló con ligereza.
¿Rita vio a Juan?
¡Eso sí que era ver un verdadero fantasma!
Tanto Rita como María estaban convencidas de que Juan había muerto en el crucero.
Solo su hermana Juliana, la ingenua, seguí