- Sí, ¿qué estás sospechando? ¿Es importante cuándo lo conocí?
Leonardo se quedó un rato en silencio y bajó los ojos, -A partir de mañana, que no te traiga ninguna medicina, yo iré a buscarle la receta y pediré a alguien que te la lleve todos los días.
Natalie quería preguntar si había alguna diferencia.
Pero al ver la mirada seria de Leonardo, sólo pudo asentir con la cabeza y decir: -Vale, acepto.
Después de cenar, vieron una película juntos y luego se fueron a sus respectivas habitaciones a descansar.
Al día siguiente, hacia el mediodía, Natalie recibió una llamada de Fermín.
-Natalie, Leonardo te está vigilando muy bien. Estaba esperando en la puerta antes de que abriera mi farmacia esta mañana, y me dijo que no te diera más medicación, sino que le dieras la receta y buscara a alguien que lo hiciera.
Natalie enarcó una ceja ante el tono burlón de la voz de Fermín, -¿Se la diste?
-Claro que no, es muy caro mi receta, pero como es tu hombre, le hice un descuento y sólo le cobré setec