Capítulo349 Contra un patán.
—Ha sido un día muy largo. Voy a dormir en tu cama.
Y sin más explicaciones, Adriana se acostó en la cama dentro de la oficina de Julia y se tapó con las sábanas.
Julia, al verla tan triste y en ese estado, decidió acompañarla. Se acostó a su lado y la abrazó fuerte:
—Hoy dormiremos juntas.
—Ve a trabajar, no te preocupes por mí.
—¡No tengo nada que hacer! ¡De todos modos, ninguna de mis propuestas servirá para nada! —Julia gritó, enojada.
A la mañana siguiente…
Adriana no paraba de estornudar y tenía un poco de fiebre. Julia, preocupada, se dio cuenta de que quizá se había enfermado por la lluvia de anoche.
Buscó medicina por toda la oficina, pero no encontró nada.
—¡Espérame aquí un momento! Voy a comprar unas pastillas.
—No hace falta… Quiero dormir un poco más. Anda, ve a trabajar. —Adriana murmuró medio dormida.
Julia miró el reloj. La licitación del Grupo Financiero Torres ya había empezado. Al ver la cara pálida y enferma de Adriana, una idea se le ocurrió: