—Iré contigo, pero primero tengo algo que atender.
Una sonrisa apareció en el rostro de Ronaldo mientras asentía con la cabeza.
—¿La niña y su madre?
Alzando una ceja, lo miré fijamente, curioso por saber cómo estaba al tanto de ellos, pero rápidamente dejé de lado la confusión, sabiendo que mi prim