—Por supuesto. Todo está bien ahora. ¿Quieres parar?
—¿Quién estaba hablando por teléfono, Neal? —Me preguntó, y con una mirada de ciervo ante los faros, me di cuenta de que me habían atrapado.
—Fue solo trabajo, eso es todo —respondí, tratando de desviar la conversación y mintiendo sobre con quién