Beca.
Al despertarme a la mañana siguiente, tenía la peor resaca de mi vida. Allegra y yo nos habíamos quedado despiertas toda la noche hablando, riendo y más o menos yo llorando. Era un desastre, pero como me dijo Allegra, necesitaba ponerme las bragas de niña grande y ocuparme de mi mierda.
El úni