Mundo de negocios
La rubia bufó al escuchar mi contestación con la que le dejé en claro que aquella actitud suya no amedrentaba en lo absoluto mi ánimo y mi determinación.
Yo estaba clara de cuál era mi lugar en aquel mundo de negocios, yo sabía que nada de aquello era real y que solo me encontraba disfrutando de una ilusión pasajera, pero por nada del mundo estaría dispuesta permitir que una mujer vacía y sin espíritu como ella pudiere hacer mella en mi propia estima.
―Al parecer los humos se te han ido a la cabeza niñita ―me recriminó con un gesto grosero de su rostro.
―No es necesario que eso pase para saber cuáles mi lugar y de quienes me rodean ―le respondí sosteniéndole la mirada sin amilanarme en lo absoluto.
― ¡Pero claro! ―se burló con altanería―: Por eso tiene que quedarte bastante en claro que una mujer de tu clase jamás podrá satisfacer realmente las necesidades de un hombre como el señor Cavill… el señor Cavill n