Victor no pudo dormir esa noche. La imagen de la foto, el rostro del hombre desconocido y las palabras que había dejado resonando en la habitación lo perseguían. "Nos veremos pronto. Y cuando eso pase, sabrás la verdad. Toda la verdad."
No podía dejar de darle vueltas a las palabras de ese extraño. ¿Qué quería decir con “verdadero yo”? Cada vez más, la duda se instalaba en su mente. Había algo oscuro, algo roto en su pasado, que se mantenía oculto en los rincones más profundos de su ser. Y ahora, parecía que esa verdad estaba al alcance, pero la pregunta era: ¿estaba preparado para enfrentarla?
Elena, por otro lado, no podía disimular su preocupación. Se había quedado en la oficina hasta altas horas de la madrugada, revisando los documentos, buscando algún detalle que pudiera explicar lo que acababa de suceder. Pero no había encontrado nada. Nada que le diera sentido.
—Victor —dijo finalmente, rompiendo el silencio que había caído entre ellos—, tienes que enfrentar esto de frente. Tod