Candy estaba muda, no se atrevió a hablar, el olor que Amir tenía le traía los peores recuerdos y eso la llenaba de miedo, tenía pánico de decir algo y que Amir la golpeara.
— ¡¿Qué haces, Amir a donde la llevas?! ¡Bájala ahora! — Amir se giró y le dedicó una sonrisa a su empleado.
— Ella vendrá conmigo, yo la cuidaré, tú mejor quédate en silencio, sabes que es lo mejor que puedes hacer.
— ¡¿Acaso le preguntaste?! No me importan las consecuencias, si ella no quiere no se irá, ni contigo, ni con nadie.
Miro con enfado a Charly estaba a muy poco de arrancar su cabeza y usarla de adorno en su auto, pero se contuvo, luego miro directo a los ojos de Candy, perdiéndose un poco en ellos, ¿que tenía esa joven que lo hacía sentir de esa forma?
— Vendr&aac