31 Señora Zabet.
Los días transcurrían alegres llenos de amor y alegría, para todos y Candy se puso como reto, tratar de que su futuro suegro pudiera disfrutar del amor y lo logro, en menos de dos meses Emir anunciaba con bombos y platillos que María le había dado una nueva oportunidad, ahora solo debía conseguirle una pareja a Charly, a pesar de que su relación no era la misma que antes, ella le guardaba un gran aprecio a aquel muchacho que la había ayudado, y eso despertaba los celos de Amir.
— ¡¿Me quieres decir para que quieres saber si Charly está interesado en alguien de la empresa?!
— ¿Por qué me gritas? — estaban en su recamara y su pequeña rubia estaba cruzada de brazos mirándolo con las cejas fruncidas y su labio haciendo un mohín, hermosa pensó Amir.
—Pareces un gatito enojado. — se burló en voz alta el hombre.
—No contestaste, ¿por qué me gritas? — el hombre descubrió que fue mala idea burlarse de la joven, ahora su rostro no parecía el de un gatito enojado, más bien parecía un león fu