Llevaban cerca de 30 minutos sin hablarse recostados en la cama, ninguno querìa romper el momento que acababan de tener y tampoco sabìan sobrellevar la situaciòn porque habìan cruzado una frontera mucho màs allà de sus manos y en terreno desconocido nigun viajero se orienta.
Miguel fue el primero en levantarse y como si no hubiese sucedido nada y le tendiò la mano mostràndo una sonrisa que le removiò las mariposas a Alexa.
La ayudò a incorporarse y le dio un beso en la frente. Era como si fuese algo normal, como si llevaran tiempo haciendo eso, cosa que descolocò un poco a la chica, quizàs era porque en eso consistìa el infame dèjate llevar que la estaba volviendo loca.
-Vamos, vìstete, se està haciendo tarde y todavìa quiero ver como te emborrachas primero.
Su tono seguía siendo dulce, como si todo fuera producto de una ensoñaciòn y en realidad no tenìa ganas de despertar.
En cambio estaba paralizada, no pensò en que pasarìa cuando sucediera, tampoco pensò en como podìa reaccionar