Voy a la barra y les pregunto a los chicos por mi amiga. Ellos responden que hace unos instantes se había ido al despacho de Julie. Les agradezco por su información y me dirijo a la planta alta para ir en busca de Mika.Toco la puerta al llegar, y después se abre. Es uno de los guardias del lugar, me ve con cara de asombro, no sé por qué. Le pregunto por Mika y él responde que está ocupada adentro con la jefa. Escucho a mi amiga gritar.¿Qué sucede?Empujo la puerta sin importarme el guardia, intenta detenerme, pero ya estoy adentro. Mika se encuentra de pie frente al escritorio, y Julie al verme se queda congelada en su lugar. No sé qué esperaba, es la misma reacción del guardia. Mi amiga, al notar el comportamiento de la jefa, se gira para ver, ya que yo me encontraba detrás de ella. Al verme, sus ojos se abren y sin pensarlo se lanza hacia mí para abrazarme.— ¡Lilli! — grita antes de llegar a mí, y me abraza eufóricamente, me barre toda con su mirada, como cerciorándose de que n
DANTENo sé qué me estaba pasando, pero desde el primer instante en que la vi en ese lugar, cuando tropecé con ella, me hechizo su belleza, y solo quería saber quién era. Y cuando la miré bailar en ese escenario, quedé embrujado por sus movimientos, su sensualidad y lo único que deseé fue tener ese cuerpo exuberante en mi cama, pero cuando la vi desnuda, la anhelé mucho más. Desde el comienzo me di cuenta de que esos ojos esmeralda iban a ser mi perdición. Y es que ninguna mujer se había convertido en una obsesión, un delirio, un gran deseo hasta quererla tener de cualquier forma en mi lecho, tenerla para saborear cada parte de ella, hasta saciarme de su exquisito cuerpo de diosa. No me podía quitar de la mente la imagen de esa mujer. Sus labios, sus pechos y sus felinos ojos. Pero sobre todo más sus labios carnosos, después de haberlos probado ya nada era igual, la deseaba más. A pesar de que la forcé a besarme y se negó todo el tiempo, más me excitaba su comportamiento y lo difícil
No tardó en llegar, lo supe cuando tocaron a la puerta de la habitación, ya sabía que era él. Franco se asomó después de que di la orden de que pasará, y haciendo ver el tipo de lentes con traje, asentí para que nos dejará solos y poder charlar en privado. Aunque Franco era de toda mi absoluta confianza. — Charlie — me acerqué para saludar con un apretón de manos y un abrazo fuerte al abogado—. Tanto tiempo sin verte.— ¡Diablo! Me da un gusto volver a verte — responde al igual —. Vine en cuanto me dijeron que me ocupabas de mis servicios. ¿Para qué soy bueno?Él sabía que cuando yo lo mandaba a llamar era para algo ilegal, algo nada referente a las empresas. — Necesito que envíes a investigar algo, bueno, más bien a alguien — digo —. Ocupo que recaudes toda la información de una mujer, que trabaja en el club de Julie.— ¿Una puta? — hace un gesto — Es muy raro en ti, que pidas algo así en una mujer.Me apoyo en mis brazos para inclinarme en el sofá; ya me encontraba sentado.— No es
Después de decir el nombre de los condenados, me quedé algo sorprendido, no creí que los Bachman estuvieran detrás de todo esto. Los Bachman son los alemanes que tenemos por enemigos desde antes que muriera mi padre, ellos han sido enemigos de la familia por muchísimas décadas. Pero desde que yo quedé a cargo nunca se atrevieron a atacar, hasta ahora. Yo sospechaba de mi tío y de Bruno, pero aún no estaba muy seguro de ellos tampoco. Después de agradecerles por su amable cooperación, los despedí con un tiro a cada uno en la cabeza. Ya me tenían harto, y es que sí, en parte estaba malhumorado. Desde que esa chiquilla se había negado a besarme. Y el no poder tenerla me tenía con los nervios de punta del coraje.— ¿Qué te sucede? Estás muy raro — dice Leo, que camina junto a mí, mientras me palmea la espalda con su mano.— Déjalo, mal de amores — responde Iván. Con una risitaGruño, molesto por su estúpido comentario. Vamos caminando por los pasillos para salir de los calabozos. — ¿¡E
LillieHan pasado dos semanas desde aquel suceso, donde ese tipo pervertido me raptó en contra de mi voluntad para llevarme a ese hotel. Julie me dijo que era un mafioso muy conocido y demasiado peligroso, que lo llaman el Diablo y que es muy difícil escapar de él. Si tengo pensado huir, donde me encontrará. Llevo días con pánico a salir. Aun así, no he dejado de ir a la universidad. No puedo dejar de asistir, ya que estamos en el último semestre del segundo curso. Este tiempo dejé de ir al club. Julie mandó a que me buscaran para regresar al trabajo, pero me negué, hasta que dejaron de insistir. Mi miedo es muy grande y aún no tengo el valor para regresar.Eso pensaba hasta que hace dos días mi madre tuvo una recaída muy fuerte. Cuando la llevé al hospital, la internaron, pues los médicos dijeron que es necesario para realizarle estudios y así poder controlar cualquier problema que tenga. En este momento mi hermana y yo estamos en la sala de espera esperando que el médico personal de
Sin tomarle más importancia, hago a un lado mis pensamientos y me acerco al escritorio para tomar asiento. Esto va para largo.—Quiero retomar mi empleo —le digo en cuanto me siento.Ella también lo hace del otro lado.—¿Y ese cambio repentino?—No me digas que ya no quieres que regrese.—Sí, solo pregunto porque te mirabas muy decidida cuando me dijiste que no volverías.—Bueno, es que esa era mi decisión antes de que mi madre se pusiera mal.Julie está al tanto de la enfermedad de mi madre. Mika le comentó algo sobre eso. Después de un tiempo, ella me hizo un préstamo pequeño, el cual pagué en tres meses. Fue cuando comencé. Ocupaba dinero para el tratamiento de mi madre.—Pero ¿no se supone que ya estaba bien? —cuestiona algo preocupada.—Así es, pero el tratamiento no funcionó y recayó. Tiene casi dos días hospitalizada. Los médicos recomiendan una operación para quitarle por completo el tumor.Asiente como si comprendiera lo que le dije.—Puedo entenderlo muy bien. Si necesitas qu
—Nos volvemos a ver, señorita. —Es el mismo tipo de la vez pasada que me habló en un idioma extraño.Bufo molesta. Estos tipos me tienen cansada.—Definitivamente que mala suerte la mía.No sonríen, su semblante es serio y callado. Traen lentes oscuros puestos y sus trajes negros perfectamente pulcros.—¿Me hace el favor de acompañarnos al auto? El jefe pidió que sin escándalos, ya que no queremos llevarla a la fuerza.Resoplo más molesta. ¿Qué se traen estos con querer arrastrarme a sus autos?Sin cuestionar más, acepta para termina rápido con este asunto y saber de una vez por todas qué quiere su jefe. Espero que no me haga desnudar otra vez, porque ahora sí no me dejaré. Si vuelve a intentar besarme o hacer otra cosa, lo vuelvo a morder, pero esta vez mucho más fuerte para que no se atreva de nuevo a tocarme.Los escoltas caminan a los lados —detrás de mí están los otros dos— y me guían para llegar hasta el auto. Es un Aston Martin gris. Es muy distinto al de la última vez. El matón
DanteDespués de haber recibido el informe con toda la información detallada de la hermosa mujer que me trae vuelto loco, estaba impaciente por leerlo, pero lo dejé por un momento a un lado, ya que no tenía tiempo. Tenía que arreglar primero los asuntos de la organización.El día que terminé con los tipos que tenía que interrogar y luego de haber acabado en la boca de Tamara, los chicos y yo fuimos a hacer lo acordado con lo del cargamento. Les pusimos una trampa a los rusos que solían ser nuestros aliados. Nos traicionaron con el fin de tomar más poder. Los interrogamos. Al igual que los otros tipos del clan diferente, nos dijeron lo mismo, que la mafia alemana estaba detrás de todo esto.Aún se me hace difícil de creer, pero quizás es verdad, ya que son nuestros enemigos de toda la vida, pero no entiendo cuál es el motivo. No me he metido con su gente desde que tomé el lugar. Los conflictos con ellos se habían calmado hace muchos. Mientras uno no se metía con el otro cartel, todo est