—Señorita, ¿Puede acompañarnos al comedor?— preguntó el padre de Dante.
Dante observó a su padre y negó rápidamente.
—No es necesario que hables con ella en privado.
—Entonces hablare con ella frente a todos. — dijo su padre.
Kaylee observó al padre de Dante y tragó saliva nerviosamente mientras se acomodaba su larga cabellera.
Dante se levantó de su asiento y caminó directamente a Kaylee. Se paró frente a ella y como todo un caballero le extendió su mano.
—Señorita Kaylee, ¿Me permite acompañarla hasta el comedor? — preguntó con suavidad. Kaylee lo miro y sonrió ampliamente antes de asentir y tomar la pálida mano de Dante. Él sostuvo la mano de Kaylee y la llevó hacia el comedor.
Dante volteo para asegurarse que nadie pudiera oírlos y suspir