92. ¿VIENEN A COREA CONMIGO?
(ARIANA JÁUREGUI)
Observé el entorno mientras hablaba. Estábamos sentados en un banco frente al mar, el sonido de las olas creando una melodía relajante. El aire fresco de la noche acariciaba mi rostro, y la brisa marina traía consigo un aroma salado que me recordaba a la libertad. Las luces de la ciudad brillaban a lo lejos, creando un paisaje mágico. Sentí la mano de Ethan apretando la mía, y la de Sarah entrelazada con mis dedos. —Voy a extrañar Los Ángeles, pero no tengo nada que me até allí —escuché decir a Sarah con una sonrisa melancólica, pero a la vez llena de esperanza—. Mi familia va a estar feliz de que me vaya de casa, y en cuanto al trabajo, no tengo uno fijo, así que puedo trabajar donde sea que esté.
—¿Vienen a Corea conmigo? —preguntó Ethan, con una chispa de ilusión en los ojos—. Puedo comprar los boletos para el domingo. El concierto en Seúl es el próximo sábado.
—Sí —dije, sintiendo una oleada de emoción recorrer mi cuerpo—, quiero que iniciemos ya nuestra vida jun