— Él no tiene malas intenciones con usted por lo que veo mi señora, además me dejó en claro que tenemos la misma fuerza, no quiero arriesgar mi hermoso rostro — y de nuevo esa sonrisa que te da mucha tranquilidad y por reflejo le devolví la sonrisa.
— Si claro "hermoso rostro", vamos a hablar seriamente los tres, tengo que saber quién es "tu amigo" mi luna. — su sarcasmo era claro.
Aramis paro de golpe mientras desaparecía poco a poco su sonrisa.
— ¿Luna?
Alan conmigo en el hombro volteo nuevamente a encararlo.
— Si, MI luna y por eso no quiero que en tu vida tengas esos pensamientos que tienes sobre ella de nuevo.
¿Cuáles pensamientos?
— ¿Cómo es que... — el rostro de Aramis expresaba temor y confusión.
Cosas que no van con la personalidad que veo que tiene.
— Ante todo sigo siendo un hombre, ¿Creías que no me daría cuenta de cómo miras a mi mate?
— Pero eso a ti no debería importarte, además hast