–Te he extrañado mucho, hija.
Se acercó a abrazarme, me quedé inmóvil ante su demostración de afecto, no podía creer que de su boca saliera la palabra extrañarme y me abrazará. Además, todo este tiempo no pudo buscarme y cuando estaba encerrada en casa casi todo el día por años ni siquiera me miraba a los ojos porque su teléfono era más importante, sin mencionar a ese hombre horrible que dejó entrar a nuestras vidas, solo de recordarlo me da nauseas.
–Lamento decepcionarte. –Me separé. – Pero solo he venido a la fiesta y luego me iré.
–Está bien –hizo una pausa viendo a Derek –. ¿Él es tu esposo?