Después de varios minutos, la cerradura del departamento sonó.
Santiago inhaló profundo.
Alba se sobresaltó al momento que abrió la puerta y encontró las luces encendidas. Alex al ver a Santiago corrió a los brazos de su padre.
—¡Papi! —exclamó con la mirada iluminada.
Los latidos del corazón de Alba aceleraron su ritmo al observarlo; frunció el ceño sin entender cómo estaba en su apartamento.
—Santiago ¿qué haces aquí? —preguntó Alba, enarcando una de sus cejas.
Él se llevó las manos a la cabeza. Ella lo conocía bien, sabía que ese gesto denotaba nerviosismo.
—Discúlpame por haber ingresado sin tu permiso. —Se disculpó mirándola a los ojos con ternura—, no quiero que pienses mal, ni malinterpretes las cosas, mi presencia es necesaria.
La forma en la que Santiago la observó estremeció cada poro de la p
Queridos lectores: ¿Qué les pareció el reencuentro de Alba y Maite? ¿Lloraron? por otro lado: ¿Qué tal con Santy y lo de vivir con Alba? creo que tomó en serio los consejos del Duque de Manizales. No olviden dejar sus comentarios. Yo sigo editando, y espero subir más capítulos. Gracias por leer.