Silvia, al oír esto, no lo pensó dos veces antes de decir:
—Si tienes algo que decir, dilo. Es bueno que todos estén aquí ahora; déjales que te den algunos consejos.
Karen dudó de nuevo, pero finalmente expresó su preocupación:
—Pues... saben que Logan se gastó 400 millones en comprar un diamante, ¿verdad? Bueno, hace un tiempo, escuché por casualidad a esa mocosa de Carolina decir que en realidad se lo había regalado a Rebeca como regalo de cumpleaños...
Todos los presentes, incluida Silvia, tenían la mente fija en el divorcio de Logan y Rebeca.
La revelación de Karen no les interesaba en absoluto, pero cuando terminó de hablar, toda la sala quedó en silencio, atónita, sin dar crédito a lo que habían oído.
Silvia frunció el ceño y espetó:
—¿Cómo puede ser eso? ¡No digas tonterías!
Karen protestó con urgencia:
—¡No estoy diciendo tonterías! ¡Es verdad! ¿Por qué demonios iba a bromear con algo así?
A decir verdad, una vez que habló, en cuanto los demás lo procesaron, supieron que debía