Liliana apartó la mirada y esbozó una leve sonrisa.
—Bueno, sí.
Después de intercambiar algunas palabras más con sus amigos, los vieron marcharse antes de entrar en el auto.
Una vez dentro, tanto Liliana como Alejandra sintieron que habían exagerado su reacción anterior.
Al ver que Rebeca y Logan parecían llevarse un poco mejor, habían dado por sentado que se había desarrollado algo genuino entre ellos. Incluso habían especulado que esa era la razón por la que él no se había apresurado a llevar a cabo el divorcio.
Ahora que su hija había crecido un poco, era perfectamente natural que Logan fuera cortés con Rebeca por el bien de la niña.
Al ver que Logan la trataba bien, habían sacado todo tipo de conclusiones precipitadas. Su reacción había sido, sin duda, excesiva.
***
Mientras tanto.
Después de salir del restaurante, Logan llevó a Rebeca y Carolina a una finca privada en la montaña para recoger fruta y disfrutar de la alegría de la cosecha.
Logan lo había organizado con antelación y,