Kevin, que estaba encontrando la velada sumamente tediosa, se animó al ver a Hugo.
—¡Ya era hora! No tienes ni idea de lo aburrido que estaba sin ti.
Hugo se rio entre dientes y le dio una palmada en el hombro. Al ver que Natalia miraba hacia él, la saludó con un gesto de la cabeza antes de sentarse junto a su amigo.
Karen no sabía que él iba a venir.
El recuerdo de su rechazo tajante aún tenía suficiente impacto como para que, cuando él llegó, ella solo le echara un vistazo antes de bajar la mirada, incapaz de mirarle a los ojos.
Kevin dijo:
—Más tarde jugaremos a Mafia. Sin Logan, por fin podremos jugar como es debido. Cada vez que él está aquí, gana y nosotros acabamos sin divertirnos.
Aunque Hugo ya había comido, picó algo de barbacoa. Al oír esto, sonrió, brindó con Kevin y respondió:
—Claro.
Llevaban un rato comiendo y Kevin y los demás ya estaban ansiosos por jugar a Mafia.
Durante el juego, Hugo se distrajo un poco.
Desde que llegó al campamento, había estado observando sus alr