Rebeca asintió y tomó asiento en el sofá junto a la mesa de café.
Logan volvió a ordenar: —Que preparen café.
Zack: —Ya lo he pedido.
En cuanto las palabras de Zack salieron de su boca, Nieves llamó a la puerta con el café y entró.
Se quedó helada al ver que la visitante era Rebeca: —¿Rebeca?
Nieves fue quien se hizo cargo de su trabajo cuando dejó el Grupo Lafuente, pero habían perdido contacto desde que se marchó.
Rebeca asintió y sonrió: —Cuánto tiempo.
—Cuánto tiempo.
Nieves le devolvió la sonrisa.
Sin embargo, la ocasión no era propicia y no estaba para intercambiar galanterías con Rebeca.
Puso el café delante de ella y de Logan, y estaba a punto de marcharse, pero como si recordara algo, volvió a informar a Logan de algunos asuntos de trabajo.
Este escuchó y dijo: —De acuerdo, tengo tiempo por la tarde, dile que venga a las tres.
—Bien —respondió Nieves, volvió a sonreír y asintió a Rebeca, y se marchó a toda prisa.
Rebeca la observó, removiendo lentamente el café en su taza.
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