Al día siguiente, Logan, Carolina y Natalia llegaron temprano al gimnasio donde se hacía la competición.
Un rato después de ellos llegaron también Hugo y Ana.
Carolina los vio y los saludó: —Hugo, Ana, ¿están aquí?
Ana se acercó a agarrar la mano de Carolina: —Vas a estar en la competición dentro de un rato, ¿estarás nerviosa?
Carolina estaba tranquila, negó con la cabeza: —No.
Hugo tenía cosas importantes que hacer, solo venía a dejar a Ana.
Logan sabía que tenía prisa y le dijo: —Yo me encargo de Ana, si tienes prisa, vete.
Hugo: —Vale, volveré a mediodía y comeré con ustedes.
—Bien.
Su relación seguía siendo muy buena.
Pero...
Natalia los escuchó, sus ojos parpadearon sobre los rostros de Logan y Hugo.
Si Logan supiera que Hugo estaba colado por Rebeca, ¿seguirían las cosas tan bien entre ellos como ahora?
Hugo se percató de su mirada y le dedicó una pequeña inclinación de cabeza y no le dirigió la palabra antes de darse la vuelta y marcharse.
Al ver que Hugo ni siquiera iniciaba un