Rebeca se quedó un instante pensando, no dijo nada y le tomó la hoja del examen que hizo.
Las notas de Iván eran bastante buenas, y su base era sólida, así que Rebeca le explicó sus dudas y este lo comprendió de inmediato.
—Rebeca, eres increíble, ¡gracias!
Al oír eso, a Iván no le importó la imagen y se acuclilló en la mesita para escribir.
Tras terminar las preguntas de física, guardó su examen y su bolígrafo y dijo: —¡Genial, por fin puedo jugar con mi celular!
Rebeca se rio y dejó el periódico que casi había leído por completo, estaba de mejor humor y pensaba subir a buscar un libro para leer y pasar el rato, cuando Iván se acercó y bajando la voz le dijo: —Rebeca, mi diosa participó en otra carrera de coches, y esta vez fue aún más radiante, tengo un vídeo, ¿quieres verlo?
Rebeca se quedó pasmada, la sonrisa de su cara se desvaneció unos instantes, y dijo: —No, la verdad es que no me interesan las carreras.
—¿En serio? —Iván pensaba que Rebeca estaba interesada, por eso le sacó el