Capítulo 158
Cuando Carolina se fue, Rebeca encontró su libro y, en lugar de volver a su habitación, se fue a sentarse junto a la ventana francesa del primer piso a leerlo.

Media hora después, Esperanza subió con sus pastillas: —Rebeca, así que ahí estás.

Rebeca dejó el libro y se levantó para tomar las pastillas: —Abuela, no hace falta que me las trajeras en persona, puedo ir a tomarlas.

—Estás débil, así que será mejor que no te muevas mucho. —La anciana se sentó en el otro sofá, y descontenta, añadió—: Le habría pedido a Logan que te lo trajera, pero está en su estudio dándole al teclado. Vamos, ya es fin de semana, no sé en qué está tan ocupado.

Antes, en el comedor, Logan le estaba enseñando a Natalia algo sobre el proyecto, y Rebeca supuso que a Logan le pareció que le era más fácil enseñarle con la computadora, por eso fue al estudio.

Mientras eso pasaba por su mente, se tomó las pastillas recetadas.

Se tomó tantas pastillas de una vez, lo que hizo que Esperanza la mirara con el ceño fruncid
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