¡Natalia volvió a subir tanto el precio de la subasta!
Rebeca se sentía desesperada.
No tenía mucho dinero a mano.
Para esta licitación, partía de un presupuesto inferior a tres millones.
Después de todo, a la familia Estrella no le iba bien estos días.
No les sobraba el dinero para despilfarrar.
Pero ahora...
Harry: —Dos millones ochocientos mil.
Rebeca levantó la mano: —Tres millones.
Rebeca abrió la boca detrás de él dos veces seguidas, y con una voz clara y suave, muy melodiosa.
Harry miró hacia ella.
Se congeló al ver a Rebeca, luego enarcó una ceja y sonrió.
Rebeca le vio mirar y asintió cortésmente en respuesta.
Fue entonces cuando Natalia siguió levantando sus cartas: —Cuatro millones.
Rebeca no se molestó en prestar más atención a Harry y resopló mientras sus manos se cerraban en puños.
En ese momento Harry volvió a hablar: —Cuatro millones trescientos mil.
Rebeca le siguió de cerca: —Cuatro millones quinientos mil.
Natalia: —Cinco millones.
¡Bum!
A Rebeca le estalló el cerebr