Pero por el ángulo y a la altura de la cámara, los chicos en la videoconferencia pudieron ver que la persona que entró por la puerta era de buena complexión y tenía una postura grácil y relajada.
Solo por el aura, todos juzgaron que el hombre destacaba de la gente corriente.
Pero no podían ver la cara.
Al principio, todos en la empresa pensaban que había un romance entre Rebeca y Cristian.
Solo más tarde se enteraron de que Rebeca estaba casada y tenía hijos.
Sin embargo, Rebeca había revelado muy poco sobre estos asuntos personales suyos.
La gente desconocía por completo del marido de Rebeca.
Como Rebeca era tan guapa, además, cuanto más tiempo pasaban juntos, más se daban cuenta todos de que la joven era mucho más capaz de lo que pensaban al principio, incluso más que Cristian, por lo que la gente sentía cierta curiosidad por su marido, preguntándose qué clase de hombre podría casarse con una mujer tan bella y capaz.
Ahora que el marido de Rebeca por fin iba a dar la cara, no esperab