"Y luego de tanto, nos encontramos y juro que se sentía tan bien estar en sus brazos, sus manos frías que recorrían el interior de mi camisa subiendo de la cadera hasta mi cintura y sujetarse tan fuerte como si se tratara de la vida misma, me sujetó tan fuerte que el mundo desapareció regalándonos un instante para recordarnos, un instante para recordarlo... pensé que lo estaba alucinando y me cerciore de acariciarlo para darme cuenta que estaba allí y que era mío, solo mío por un momento corto pero bastante placentero. Me perdí, me perdí en el beso se me fue el tiempo y no pensaba en otra cosa que no fuera él. Pero la mente humana es cruel y se desvaneció, desapareció hecho polvo en el oscuro pasillo"

“Alicia”