Llego a casa después de un día de mierda.
¿En qué momento mi vida se vuelve este desastre? ¿En qué momento comencé a ser solo un cuerpo vacío que camina, comprende y acciona?
¿Cuándo me convertí en este montículo de basura?
Mi madre me realizó un par de llamadas, pero no, le respondí, me fui directo de la oficina al gimnasio y allí pasé dos horas Haciendo ejercicio y levantando pesas como si no hubiese un mañana, como si nada más me importara.
Llamadas comenzaron a entrar a mi celular, ninguna de ellas las responde.
La única que tomé fue la de Timoteo y tuve más que suficiente al escuchar que la noticia de mi compromiso con Priscila estaba por todos los periódicos digitales y páginas de chismes.
—Tienes que hacer algo con esta mujer. —Me dijo &